Nora, hay distancias aciagas, duras como el herrumbre de una espada clavada en la médula de un beso: distancias aquellas las del olvido y el estertor de la memoria.
Hay también distancias acrisoladas como las miradas de los amantes tenaces ardiendo más allá de los océanos y el alba.
Nora, esposa mía, estas últimas son las distancias que me acercan a ti.
Tú bien sabes que estos ojos contemplan infalibles cada llegada tuya al terminal de mi confeso amor. Allí van para ti entonces, amada mía, estos versos que comparto con los lectores de tu blog desde mi bohemio Barranco querido.
Saludos a los extraordinarios amigos que juntos forjamos en poesía en la cosmopolita, vertiginosa y afable Madrid.
Barranco, 30 de mayo de 2009.
Poesía es una antorcha
Enciende palabras
Ojos inmóviles
La ansiosa mirada de la muerte
Encendido rayo cada verso
En el naufragio de la noche
Ileso amante
del fiero abrazo de las peñas
Obstinado mar en la orilla
Ardiente voz de hoguera
Airado verbo
Turbada sangre
Sótano de caos
De hondura a tientas
Poesía colgada en el pecho
Llave maestra
Fiera tenaza de asalto
De lúbrico ardor
Sábana gris en celo
de la mujer que espera
Sed de cielos y tormenta
Indefensa muralla
de palabras
de entrepierna
Y este cuerpo harto en la intemperie
Granizada de precipitado beso
Al otro lado del reino
Nora
Impetuoso latido del amanecer
Que seduce la integridad de la noche
Coges la raíz invicta del viento y sus formas
Entre manos de malvas de luceros
Agitas la quietud de los recodos
Y la sangre imperturbable del guerrero
Entre tus apetitosos y voraces muslos
Sin embargo tu piel más honda e impenetrable
Cede ante la grave voz de tus delirios
Y te extravías en la espesura de infinitos orgasmos
Avezada flor silvestre
Irrefrenable efervescencia del instinto
Colmas abismos
De deseo y hondura
De esta humanidad pavorosa
De grito en llamas
Ardiendo en mí
Ola incesante
En la garganta del desierto
Bramando sin fin
Juan José Soto (Lima, Perú; 1965)
Estudió Ciencias de
, (1994), Morada Diosa (1997), Palabra sobre los abismos (2005) y Airado verbo (2008). Parte de su obra figura en las siguientes antologías, muestras y libros: Edificio del fuego, en
Actualmente tiene en preparación la organización de un ciclo de poesía de los noventa en Lima, Perú.