viernes, 6 de mayo de 2011

Zaino

y el viento secaba esas lágrimas
siguiendo las huellas del reloj

sumergido en este galope sin estribos
en un zaino desbocado de vacío

adónde gritar...ya nada araña el silencio

y si un rayo incendia esta oscuridad
que ya no embriaga

moriría como aquel potro
desangrándose cuando le castraron

bebiendo tu sueño tras este corazón
lanzado sobre algún obstáculo.


 ( Uno  de los tres poemas míos que me gusta. También publicados en
 " Madrid: una Ciudad, muchas voces" 2009).

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